viernes, 15 de junio de 2012

LA EVIDENCIA DEL RESPETO A LA VIDA


Ha pasado mucho tiempo desde mi último escrito en este espacio que poco a poco se va gestando, a la vez que el Zen es cada vez más importante en mi vida. Las razones son demasiadas para explicarlas y que sean comprendidas a su vez, ya que nuestra mente occidental, no está en ocasiones preparada para entender que sólo permaneciendo sentados en zazen, sin nada que  buscar ni esperar, podemos emprender un camino hacia la búsqueda de nuestra mente original,  aquella que nos permite hacernos íntimos con nosotros mismos y ser conscientes de cada gesto, sensación o sentimiento, sea este bueno o malo, duro o agradable...
Desde que comenzó mi práctica, he podido notar como mi vida se ordenaba de forma natural, siendo ahora mucho más consciente de todas las cosas que emergen desde diferentes puntos de mi alrededor.
Tareas como hacer la limpieza de mi hogar o dar un simple paseo en medio de los árboles, son ahora grandes placeres que me muestran la felicidad sin pagar por ella, puesto que estamos demasiado acostumbrados a pagar por todo aquello que nos hace felices y esto no es más que una falsa realidad, que precisamente nos aleja de dicha felicidad. 
Por esto y por muchas razones más, he tomado la decisión de pedir a mi maestro la ordenación a bodhisattva , una decisión que todo practicante puede tomar a lo largo de su vida, con la que el mismo se compromete a practicar zazen de por vida, además de tomar una serie de votos y preceptos que le serán otorgados durante la ceremonia de ordenación ( Jukai).
Durante la vida de un practicante de Zen existen dos momentos en que el mismo puede decidir ordenarse. El primero es la mencionada ordenación de Bodhissatva, "el que está en el camino", y el siguiente la ordenación a monje. No se trata de grados ni cinturones como en las artes marciales, ni tan solo realmente un practicante está obligado a ordenarse a lo largo de su vida. Es simplemente una decisión personal que cada uno debe querer tomar sin presiones ni segundas intenciones.
Hoy mientras leía a cerca de los preceptos he quedado muy sorprendido sobre la explicación que el maestro Roland Yuno Rech formula cuando se refiere al precepto "no matar", puesto que una de las cosas que hoy por hoy condiciona todo mi pensamiento, es la obligación de respetar toda forma de vida, entendiendo la misma como una parte de nosotros mismos.
Así que sin más dejo aquí dicho texto del que no sobra nada en absoluto, siendo claramente un camino que todos deberíamos tomar en la vida, independientemente de si practicamos Zen u otra disciplina, 
"El camino hacia el respeto a la vida"...




NO MATAR

"En Occidente tenemos la costumbre de considerar que todos los seres están en la tierra a nuestra servicio, que podemos matar a placer para nuestro uso personal. Por el contrario la práctica de zazen lleva a comprender que nosotros formamos parte de la naturaleza que estamos a su servicio así como la misma está a nuestro servicio. Naturalmente entonces se tienen ganas de proteger toda forma de vida. Esto quiere decir, por supuesto no matar a los seres humanos y en l
a medida de lo posible, no matar ningún animal.
Se ha alimentado a los animales dándoles cadáveres y así se ha envenenado a los seres humanos, lo que ha permitido ver claramente hasta que punto el espíritu de provecho conduce a las acciones contranatura.

No matar quiere decir no provocar sufrimiento. No hacer sufrir a los seres sensibles.
Cuando comemos un filete, no lo relacionamos con el sufrimiento de un ser vivo. Compramos un filete o un pollo en un supermercado. Si visitamos los lugares en que estos animales son criados y los lugares donde los matan, si tenemos un poco de sensibilidad, seguramente no tendremos ganas de comerlos. Por supuesto, los seres vivos no pueden alimentarse más de lo que vive. Algunos dicen " de todas formas, incluso si coméis tomates o trigo, también son seres vivos. " Pero el gesto de torcer el cuello de un pollo o recoger una fruta es totalmente diferente. La influencia de estas acciones repercute en nuestro estado mental. Si queremos reducir la violencia en este mundo, es importante comenzar por reducir la violencia en uno mismo. es aprender a respetar a todos los seres vivos, es el espíritu de gassho, incluso al coger una flor, Mejor sería en primer lugar hacer gassho, y si no es necesario, dejar la flor en el campo. (...)"


Yuno Kusen (ordenación de bodhisattva)
Maître Roland Yuno Rech






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