Cuando el ser humano realiza el despertar es como el reflejo de la luna en el agua.
La luna se refleja en el agua pero no se moja, el agua no se agita por este reflejo.
La luz de la luna ilumina hasta el infinito. Ilumina toda la Tierra. Por amplia y vasta que sea su luz puede ser contenida en la mínima gota del rocío. Así como la luna no agita el agua, el despertar tampoco es un obstáculo para el ser humano. El ser humano no pone más obstáculos al despertar que la gota del rocío a la luna o al cielo.
La profundidad de la realización es proporciona a la altura de la luna.
La profundidad de la gota de rocio puede contener las alturas de la luna y el cielo...
Genjo Koan XII
Eihen Dojen